Recuperación de la vida urbana

La recuperación de la vida urbana

En el siglo XIII, Europa occidental conoció una época de prosperidad agrícola y de crecimiento demográfico que estimuló los intercambios comerciales y el renacimiento de la vida urbana.

1.1. La expansión agraria.

A partir del siglo XI se comienzan a introducir nuevos instrumentos y técnicas agrícolas que supusieron un aumento de la productividad agraria en Europa.

Innovaciones:

- Nuevas técnicas de cultivo: 

   - Rotación trienal: técnica que únicamente dejaba un tercio de la tierra en barbecho y alternaba en una misma parcela cereales de inverno y cereales de verano.

   - Uso del estiércol como abono: mejoró la fertilización de los campos.

- Nuevos instrumentos agrícolas:

   - Arado normando: hacía los surcos más profundos y aireaba mejor la tierra, aumentando su fertilidad.

   - Uso del caballo como animal de tiro: la aplicación de la herradura para el caballo y de la collera facilitó la utilización de los caballos como animales de tiro.

   - Molinos (de agua o viento): máquina de uso agrícola accionada por fuerza inanimada. Se utilizaba para moler granos.

1.2. El aumento de la población.


El incremento de la producción agrícola mejoró la alimentación de la población. Por ello, desde el punto de vista demográfico tuvo lugar un descenso de la tasa de mortalidad y aumentó la población. Dicho crecimiento provocó la necesidad de buscar nuevas tierras de cultivo (se repoblaron antiguos campos abandonados, se talaron bosques, se secaron marismas...). Además, al haber más personas y mejores instrumentos agrícolas no hacían falta tanta mano de obra en el campo, por lo que mucha población se marchó a las ciudades (éxodo rural).

1.3. El crecimiento de las ciudades.


La mejora de la agricultura también estimuló el comercio y revitalizó las ciudades. Los campesinos comenzaron a producir más de lo que necesitaban. Con ése excedente o sobrante, se negociaba hasta intercambiarlo por otro producto.

El renacer de las ciudades se produjo a partir de las ya existentes o del crecimiento de barrios que aparecieron junto a castillos o abadías. Se las denominó burgos y a sus habitantes, burgueses. Los burgos solían situarse en una encrucijada de caminos, cerca de un río o en las proximidades de un puerto.